El proyecto se trata del proyecto de construcción de un edificio plurifamiliar en el distrito de Sant Martí, en Barcelona. Parte de la idea de crear viviendas de calidad aprovechando al máximo los recursos naturales y adaptándose al entorno. Para ello, se optó por una estructura prefabricada de madera, que reducía la huella ecológica del edificio al tiempo que aportaba calidez al espacio.

La colaboración de RODAL se centró en formar parte de la fase de diseño y participar en la elección de materiales del proyecto para reducir su impacto ecológico, así como calcular la huella ecológica total de la propuesta teniendo en cuenta el futuro consumo energético y el análisis del ciclo de vida útil de los materiales.

Tal y como puede verse en los diagramas de resumen, se calculó la huella ecológica del proyecto en cada fase, teniendo en cuenta esta información en el momento de la toma de decisiones en la composición del diseño.

A nivel compositivo, las viviendas dentro del edificio que se organizan en torno a un atrio central, que se ilumina con luz natural gracias a claraboyas en el techo, ayudando a compensar la falta de luz solar directa en algunas viviendas.

El diseño de las viviendas es simétrico, con espacios centrales para servicios que liberan a cuatro áreas de uso iguales y sin jerarquía. La cocina está abierta, integrándose con el resto de los espacios de la vivienda, que están conectados sin necesidad de pasillos, optimizando el uso del espacio.

En los extremos de la vivienda hay una terraza privada y una cancela de entrada que permite controlar la privacidad mediante persianas.

El proyecto se basa en la repetición y estandarización de elementos para aprovechar las ventajas de la construcción industrializada, lo que reduce el tiempo de construcción, mejora la calidad, disminuye el impacto ambiental y mejora las condiciones laborales.